- Voy a decirte algo, pero no debes contárselo a nadie más...
- Vale.
- Los padres también se equivocan. Que sean adultos no quiere decir que sepan lo que está bien. Es más, algunos adultos se equivocan casi siempre.
- Eso ya lo se.
- Bien. Quiero que me prometas una cosa: que no les harás caso. No les creas si dicen que no eres tan bueno como los demás, ni tan listo, ni tan especial. Algún día puede que se den cuenta, y podrás decirles que no importa, porque tu ya lo sabías. Lo sabías antes que ellos...
¿Y hasta entonces?
Hasta entonces no queda mucho más que vivir como mejor nos plazca. Además, hay que vivir para nosotros, no para los otros, creo yo.
ResponderEliminarMuchísima luz para tu corazón.
hasta entonces simplemente seguir siendo tu mismo y estar dispuesto a abrazar si la situación lo permite y sino seguir tal y como somos, mejorando cada día un nuevo espacio vacío, dando amor.... pero que bonito escribes!
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